A pesar de que en dos días ya estaremos en pleno verano y las palas resonarán en nuestros timpanos en la playa, hoy os vengo a presentar el 'tchoukball'. Lo probé el otro día por curiosidad y puro morbo y terminó gustándome. Esta práctica deportiva fue concebida en los años 70 por un biólogo de nacionalidad suiza que tenía la firme convicción que el deporte no tenía que convertir a las personas en campeones, sino ayudar que la sociedad trabajara en armonía.
Por este motivo quiso inventar una actividad deportiva que no lesionara a los jugadores. Para el 'tchoukball' existen unas normas básicas que os resumo en estos puntos:
- Está conformado por 2 equipos.
- Puede haber en el campo de juego de 5 a 9 jugadores en función de la red y amplitud del campo.
- Los jugadores siempre tienen que estar en número impar por equipo.
- El equipo puede ser de un máximo de 12 jugadores, hombres o mujeres.
El objetivo es marcar goles (como en el fútbol) de una forma muy particular: el jugador tira el balón contra uno de los dos trampolines o redes elásticas que hay colocados en ambos lados del campo para que la pelota rebote en ellos. Si el balón toca al suelo antes de que rebote en la red, entonces el equipo que ha lanzado el balón contra la red pierde un punto o gol y va a favor del equipo contrincante. Pero si la pelota es va directamente a la red, entonces puntúa para el equipo lanzador de la pelota contra la red.
La pelota es muy parecida a la que habitualmente se usa en balonmano. Lo más importante de esta práctica deportiva es que no puede haber contacto físico. Los jugadores deben ir pasándose la pelota y el equipo opuesto debe intentar interceptarla o bloquearla. Debe haber un máximo de 3 pases, 3 pasos por parte de un solo jugador, 3 impactos en el mismo marco y 3 segundos con el balón durante la jugada. ¿Parece un juego de niños? ¡Pues pruébalo!