Una edición más la semana de la moda catalana no pasó desapercibida, ya fuera para bien o para mal. Eso ya depende de cada uno y su punto de vista. En mi caso tuve la oportunidad de ir al desfile de Punto Blanco, entre otros, como es usual en mis posts. La marca catalana ofrecía una colección con aire minimalista inspirado por dos diferentes culturas y lifestyles: la japonesa y la nórdica.
Lo que realmente se vió fueron 4 trapos que tapaban toda la colección de ropa interior y calcetines que es lo que fundamentalmente tiene la marca de Igualada como productos de mayor venta, así que si queríais ver los productos estrella de esta nueva colección os quedaríais con las ganas. Ellos lo defendían de la siguiente manera: "Aunque las culturas japonesa y nórdica son muy distintas, tienen un punto de encuentro y un eje común: la búsqueda de una manera más sencilla de vivir, un mundo slow & clean, depurado de lo superfluo. Solo lo necesario, lo adecuado es suficiente… con un toque de sorpresa, de repente, en el punto justo".
Así que con esto me quedo, con lo depurado de lo superfluo, lo necesario y lo que ellos determinan que es suficiente: cuatro trapos que no se venderán tapando la colección real que se tenía que presentar.
