No es nada nuevo pero es tendencia ahora mismo y quiero probarlo. Después de 6 meses de bajar peso a base de entrenos y cerrando la boca con diestas proteicas, he estado buscando cómo adelgazar de manera más saludable, así que seguí la recomendación de un amigo para empezar una dieta sin azúcar.
Este tipo de dieta tiene muchas ventajas: al mismo tiempo que hace posible bajar de peso rápidamente, asegura a tu organismo todos los nutrientes que éste necesita. Sucede que, al eliminar el azúcar y los alimentos de alto índice glucémico de tus comidas, estás eliminando tu consumo de alimentos basura o insanos y ricos en calorías, y aumentando tu ingesta de frutas, vegetales y granos integrales ricos en fibra. ¿Lo más importante de la dieta?
Consumir alimentos de bajo índice glucémico. La autora del bestseller '
Year of no sugar', Eve O. Schaub, que cuenta en su libro su experiencia de vivir un año sin consumir nada de azúcar, quizás sea de las pocas personas que han podido aguantar tanto tiempo lejos de lo dulce. Para el resto de la humanidad esto es un reto bastante difícil.
¿Cuáles son los alimentos de bajo índice glucémico?
- Frutas (excepto plátanos y piñas) y verduras
- Harinas de grano entero
- Boniatos
- Carnes magras, pollo o pavo
- Pescados y mariscos
- Nueces y frutos secos
- Aceite de oliva
- Leche baja en grasa o desnatada y otros productos lácteos de la misma tipología
- Huevos duros o clara de huevo
Pero también hay que tener en cuenta que el hecho de eliminar algunos alimentos en nuestra dieta tenemos que controlar otros que llevan azúcar sin que nosotros contemos con ello o lo veamos claramente. Así que os cuento 3 errores en este sentido:
- Evitar comer solo los alimentos dulces. Muchos alimentos cuyo sabor no es precisamente dulce pueden contener altas cantidades de azúcar.
- Olvidar que el azúcar viene en múltiples formas. Cuando leas la etiqueta de los productos no esperes encontrar la palabra azúcar, o al menos no solo esa. Algunas denominaciones que se refieren al azúcar son la fructosa, el sirope de maíz, el jugo evaporado de la caña de azúcar, los zumos de frutas concentrados, la dextrosa, lactosa y muchas palabras con la terminación “osa”.
- Alargar demasiado la etapa de no consumir azúcares. Los azúcares añadidos con los que mezclamos con los alimentos para variar su sabor, por ejemplo, la cucharada que ponemos en el café.
La opción que dan algunos nutricionistas es más realista, y consiste en proponerse pasar 72 horas sin consumir azúcares añadidos. Un tiempo que consideran suficiente para que el paladar reajuste sus hábitos, pero no demasiado largo para intimidar al personal. Según se asegura, con 72 horas sin azúcar ya se siente una diferencia en la calidad de vida y la energía, que puede ser motivadora para ir reduciendo gradualmente las cantidades de azúcar.
Ejemplo de un día de dieta:
- Desayuno:
- Zumo de naranja
- Un bol de avena con un vaso de leche desnatada
- Un puñado de frutos secos
- Almuerzo o comida:
- Pasta de trigo integral cocido con verduras
- Agua mineral o té
- Manzana
- Cena:
- Pescado a la plancha con arroz integral
- Judías verdes al vapor
- Agua mineral